Finalizado el verano y retomada la actividad laboral normal es muy común guardar la moto en el garaje y volver a sacar nuestros turismos. Pero ¿qué pasa si la moto no se utiliza de forma habitual?.

En los modelos clásicos (y en algunos no tan clásicos) es fácil que las baterías se descarguen y que el día que la usemos nos dejen tirados.

¿Es posible evitarlo con un mantenimiento sencillo? La respuesta es sí. Aunque hay algunas opciones más caras que otras.

Lo más habitual es que tras intentar cargar la batería averiada, cosa que la mayoría de veces no es posible al llevar mucho tiempo descargada, se tenga que cambiar totalmente el acumulador que ya habría quedado inutilizado. En este caso el gasto económico es bastante elevado.

Para evitar esta molestia, una opción más o menos extendida, y algo más enconómica, es la de adquirir un dispositivo de análisis de baterías. Con este aparato debes analizar frecuentemente la batería para saber si está sufriendo o si se está descargando. En el caso de que efectivamente la batería no esté al cien por cien debes cargarla inmediatamente para evitar su total descarga. Pero requiere bastante atención.

Otra opción es la de comprar un cargador-mantenedor de batería. Esta alternativa, mucho más cómoda ya que solo has de conectar la batería a este aparato y despreocuparte, permite que no solo se analice el estado de la batería si no que, además, se cargue en caso de necesidad, manteniendo así un estado óptimo. Su precio es algo mayor que la anterior pero la comodidad es mucho mayor también. Los precios pueden oscilar de los 40 a los 130€.

La última solución es la de desconectar la batería, ya sea de forma manual o mediante un dispositivo a tal efecto. De esta manera la batería se mantendrá cargada durante el tiempo en el que la moto estará parada en el garaje.

En cuanto a la propuesta de baterías en el mercado actual, existe una oferta muy variada. Las baterías de gel y litio, las más aceptadas en lineas generales, ofrecen mayor rendimiento y menos peso con las consiguientes mejoras de las prestaciones en la moto, en detrimento de las baterías clásicas de  plomo-ácido. Estas baterías no solo mejoran en peso. Son más eficientes al sufrir menos descarga y por tanto su durabilidad es mayor. Además, las baterías de litio son menos contaminantes al no contener ni líquidos ni materiales peligrosos como el ácido o el plomo ya que estas baterías se desarrollan a partir de minerales como el carbón, las sales y algunos metales.